La ley que prohíbe el aborto a partir de las primeras seis semanas de gestación entró en vigor en Texas el miércoles 01 de septiembre de 2021, luego de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó bloquear la controvertida ley, y no se pronunció sobre unas solicitudes de emergencia que estaban pendientes y fueron presentadas por proveedores de este tipo de servicios.

La decisión, dada a conocer en la madrugada, con un resultado ajustado de 5-4, lo cual, supone el rechazo a la solicitud de urgencia presentada por clínicas en ese estado para bloquear la también llamada “ley del latido del corazón”, presentada por Greg Abbott, gobernador republicano de Texas, desde mayo de 2021.

En una decisión histórica del Tribunal Supremo de Estados Unidos pues abre la puerta a medidas similares en otros estados del país, pues la ley, dicen expertos, es parte de un impulso más amplio de los republicanos en todo el país para imponer nuevas restricciones al aborto. Al menos otros 12 estados han promulgado prohibiciones al principio del embarazo, pero se ha impedido que todos entren en vigor.

Aunque en realidad, Texas no prohíbe el aborto en su totalidad, el cual sigue siendo legal en los 50 estados, incluyendo Texas, sólo lo hace más restrictivo, complejo y difícil, lo cierto es que desde el 01 de septiembre de 2021, la mayoría de las texanas no podrán acceder a un aborto como consecuencia de la nueva ley.

Los estados más restrictivos en materia de derecho al aborto son “Texas, Misisipi, Alabama, pero también Dakota del Sur, Dakota del Norte… Lugares donde hay personas conservadoras con poder que ponen estas restricciones. También es un problema en lugares muy rurales donde las personas tienen menos acceso a muchas cosas, incluido el derecho al aborto”, recalca Tarah Demant.

Varias ONG de defensa del derecho a abortar han anunciado que apelarán la nueva ley texana ante la Corte Suprema para suspender su ejecución.

Pues de acuerdo con la nueva norma, Texas veta el aborto una vez que se pueda detectar un latido fetal, lo cual suele darse alrededor de la sexta semana, periodo en el que muchas mujeres no saben que están embarazadas, lo cual podría orillar a que el 85% de las interrupciones de embarazo pasen a ser potencialmente ilegales, y, además, la Ley no acepta excepciones como violación o incesto.

Diversas asociaciones feministas y grupos defensores de los Derechos Humanos en EU, han señalado en diversos medios de comunicación, que los legisladores de Texas redactaron la ley para evadir la revisión de la corte federal y para que sea más difícil desafiarla en los tribunales.

Además de que abre la puerta a un sinfín de demandas. Esta disposición de la nueva ley antiaborto puede afectar al taxista que lleva a la embarazada a una clínica, al amigo que le aconseja un médico o incluso a cualquier asociación que proporcione ayuda económica a la persona que desea abortar.

Pues al permitir que los ciudadanos privados presenten demandas civiles en la corte estatal contra cualquier persona involucrada en un aborto, que no sea la paciente. Cualquier ciudadano puede demandar a cualquier individuo o entidad que practique abortos, incluso a la persona que lleve a una mujer a la clínica. Según la ley, quien presenta ese tipo de demanda y gane, recibiría por lo menos 10 mil dólares.

Ya desde hace algunos meses a través de videos se promueve un sitio para denunciar a los infractores de la ley. “Si tienes pruebas de un aborto después de que el latido del bebé sea audible, puedes denunciarlo de forma anónima en prolifewhistleblower.com”, se dice en un video. La página web fue creada a finales de agosto por la asociación Texas Right to Life.

Desde su creación hace unos días, prolifewhistleblower.com ha recibido cientos de denuncias espurias. Un usuario de TikTok publicó un código para enviar informes automáticos al sitio. Otros publican fotos pornográficas del dibujo animado Shrek o los nombres de las esposas e hijas de los funcionarios electos de Texas que votaron a favor de esta ley.

Reacción del gobierno federal

Hasta la fecha, el aborto estaba legalizado en Estados Unidos debido a otra sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos en enero de 1973, por lo que, para el presidente Joe Biden, el fallo del Tribunal Supremo “es un asalto sin precedentes a los derechos constitucionales” de la mujer.

Al permitir que entre en vigor una ley que faculta a los ciudadanos privados en Texas a demandar a los proveedores de atención médica, a los miembros de la familia que apoyan a una mujer que ejerce su derecho a elegir después de seis semanas, o incluso a un amigo que la lleva a un hospital o clínica, señaló el presidente en un comunicado.

Se desata la inconstitucionalidad y el caos y le da poder a completos desconocidos para meterse en las decisiones más privadas que toma una mujer, y además, los incentiva a hacerlo con la perspectiva de obtener $10,000 dólares si ganan un caso.

El gobierno federal, señala el presidente Biden, puede tomar medidas para garantizar que las mujeres en Texas tengan acceso a abortos seguros y legales protegidos por la sentencia Roe contra Wade de 1973.

Por su parte, el Departamento de Justicia de EU, emitió el 6 de septiembre de 2021, una declaración del Fiscal General Merrick B. Garland con respecto a la Ley Texas SB8:

“Si bien el Departamento de Justicia explora urgentemente todas las opciones para impugnar la SB8 de Texas con el fin de proteger los derechos constitucionales de las mujeres y otras personas, incluido el acceso al aborto, continuaremos protegiendo a quienes buscan obtener o proporcionar servicios de salud reproductiva de conformidad con la Ley FACE, 18 USC § 248, que prohíbe el uso o la amenaza de la fuerza y la obstrucción física que hiera, intimide o interfiera con una persona que busca obtener o proporcionar servicios de salud reproductiva”.

“No toleraremos la violencia contra quienes buscan obtener o proporcionar servicios de salud reproductiva, obstrucción física o daños a la propiedad en violación de la Ley FACE”, concluyó el Fiscal en el comunicado.