El acoso escolar o bullying es una situación de abuso o maltrato –físico o psicológico– mantenido en el tiempo, sufrido por un menor y realizado por uno o varios de sus compañeros dentro del ámbito académico. Se trata de una práctica que está generando una preocupación creciente en nuestra sociedad, debido al aumento de los casos detectados, y a que sus efectos permanecen en el tiempo, habiéndose constatado casos de suicidios por su causa.

Agresiones físicas, como golpes, zarandeos o zancadillas, pero también psicológicas como coacciones, hostigamiento, insultos o amenazas, son las armas que suelen utilizar los acosadores para menoscabar la voluntad y la autoestima del acosado, así como para facilitar los sentimientos de exclusión, marginación y aislamiento social. Por su parte, el agresor se siente reforzado en su autoridad en detrimento de su víctima.

El acoso escolar abarca únicamente las agresiones entre iguales, incluyendo las conductas de niños mayores a menores. También se incluyen las conductas agresivas que se llevan a cabo fuera de las inmediaciones escolares, pero que se producen entre compañeros. 

Es importante saber que no se considera acoso escolar a las agresiones producidas por un profesor o padre de familia hacia un menor.

El bullying en el mundo

Un nuevo informe de la UNESCO confirma que la violencia y el acoso escolares son problemas importantes en todo el mundo. El documento “Detrás de los números: erradicar la violencia y el acoso escolar” revela algunos datos importantes:

  • Casi uno de cada tres estudiantes (32%) ha sido intimidado por sus compañeros en la escuela al menos una vez en el último mes y una proporción similar se ha visto afectada por la violencia física.
  • La intimidación física es la más frecuente en muchas regiones, con la excepción de Norteamérica y Europa, donde es más común la intimidación psicológica. 
  • El acoso sexual es el segundo más común en muchas regiones. 
  • La violencia escolar y la intimidación afectan tanto a los alumnos como a las alumnas.
  • El acoso físico es más común entre los niños, mientras que el psicológico es más frecuente entre las niñas. 
  • El acoso en línea y por teléfono móvil han aumentado.
  • Los niños percibidos de alguna manera como diferentes son más propensos a sufrir intimidaciones. 
  • Según los estudiantes entrevistados, la apariencia física es la causa más común de intimidación, seguida por la raza, la nacionalidad y el color de la piel.

La importancia de atender el problema

La intimidación tiene un efecto negativo significativo en la salud mental, la calidad de vida y el rendimiento académico de los niños. Los que son intimidados con frecuencia son casi tres veces más propensos a sentirse como extraños en la escuela y más del doble de propensos a faltar a clase que aquellos que no sufren bullying

Aquellos que sufren acoso escolar también obtienen peores resultados educativos que sus compañeros y tienen más probabilidades de abandonar la educación formal después de terminar la escuela secundaria.

Sin embargo, a pesar de la gravedad, el estudio demuestra que algunos países han hecho progresos significativos para reducir o contener el problema.

En 71 de los 144 territorios estudiados en el informe, la intimidación, peleas o ataques físicos han disminuido. Estos países tienen en común una serie de factores de éxito, en particular el compromiso de promover un clima escolar y un entorno de aula seguros y positivos, sistemas eficaces de denuncia y seguimiento de la violencia y el acoso escolares, programas e intervenciones basados en datos empíricos, formación y apoyo a los docentes, respaldo y orientación de los alumnos afectados, empoderamiento y participación de los estudiantes, entre otros.