En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, proclamado por la ONU en el 2015 y que se celebra cada 11 de febrero, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), publicó un análisis donde expone que, para las mujeres que deciden seguir una carrera vinculada a la ciencia, la tecnología, ingeniería y matemáticas, la desigualdad laboral no es diferente a otras profesiones.

En el empleo obtienen sólo 82 por ciento del salario que obtienen los hombres, mientras que si permanecen sin hijos y sin pareja ello garantiza mejores oportunidades.

El IMCO analizó cuántas mujeres estudian este tipo de carreras, en cuáles se concentran, dónde se ubican, cuánto ganan y cómo se comparan con los hombres a partir de datos del INEGI y la SEP.

A partir de este análisis encontramos que las brechas de género empiezan en la infancia y aumentan con el tiempo:

  • Las niñas de primaria han presentado mejores resultados en las pruebas del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA) de matemáticas que los niños, situación que se revierte en secundaria y se amplía al finalizar el bachillerato.
  • Solo 6% de 10 mil alumnas de bachillerato de la Zona Metropolitana del Valle de México encuestadas por Movimiento STEM, dijo estar interesada en estudiar una carrera de estas áreas de estudios.
  • En 2021, solo 13.5% de las mujeres profesionistas eran egresadas de carreras STEM.
En México, solo 3 de cada 10 profesionistas STEM son mujeres
Foto: IMCO

Las brechas de género en el mercado laboral de STEM

Al llegar al mercado laboral, las mujeres que estudiaron carreras STEM tienden a ganar más y enfrentan una brecha salarial menor: 18% en contraste con 22% para profesionistas de otras áreas.

En parte, la brecha salarial en STEM se explica por el tipo de trabajos que elige cada sexo. Las mujeres tienen mayor probabilidad de ser oficinistas o dar clases, mientras que los hombres tienden a ocupar puestos en plantas industriales.

Al igual que el resto de las mexicanas, las científicas enfrentan el mismo tipo de barreras para entrar, permanecer y crecer en el mercado laboral. Un síntoma de ello es una diferencia de 14 puntos porcentuales en las tasas de participación económica de profesionistas STEM sin hijos (78%) y con hijos (64%).

Para incrementar la participación de mujeres en estos sectores, es necesario intervenir desde los primeros años de escuela para que más de ellas tengan el deseo y las capacidades para optar por carreras STEM. Para ello, el IMCO propone:

  • Añadir enfoque de género en los contenidos de ciencia y tecnología en los programas de educación básica. Por ejemplo, hacer énfasis en la historia de científicas destacadas o pláticas con mujeres que trabajan en dichos sectores.
  • Implementar programas de orientación vocacional desde secundaria para que estudiantes tomen decisiones sobre su educación superior más informadas y basadas en datos. En ellos se pueden incluir mentorías y actividades que rompan con los estereotipos.
  • Desarrollar las capacidades de los gobiernos estatales y federal, instituciones de educación superior y centros de trabajo para recabar datos sobre STEM con perspectiva de género que sirvan para diseñar acciones más precisas.