De acuerdo con el neuropsiquiatra Edilberto Peña, quien fue entrevistado por la agencia EFE, “en la próxima década se seguirán atendiendo las consecuencias de la salud mental en la población que vive en el contexto de la pandemia actualmente”, pues según la Asociación Psicoanalítica Mexicana, desde 2020 la depresión es la principal enfermedad mental en el país y la pandemia de Covid-19 acrecentó este problema.

“Esto se debe no solo al confinamiento, sino a la pérdida de trabajos, de los seres queridos”, explicó el experto.

Por otro lado, un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señala que el personal de salud de once países de América Latina presenta elevadas tasas de síntomas depresivos, pensamiento suicida y malestar psicológico.

El informe The COVID-19 HEalth caRe wOrkErs Study (HEROES) muestra que entre 14.7% y 22% del personal de salud entrevistado en 2020 presentó síntomas que permitían sospechar un episodio depresivo, mientras que entre un 5 y 15% del personal dijo que pensó en suicidarse.

“La pandemia evidenció el desgaste del personal de salud y en los países en los que el sistema de salud colapsó, el personal sufrió jornadas extenuantes y dilemas éticos que impactaron en su salud mental”, afirmó Anselm Hennis, director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS.

“La pandemia no ha terminado. Es esencial cuidar a quienes nos cuidan”, subrayó.

El estudio HEROES, reveló la necesidad de apoyo emocional y económico del personal de Salud, así como su preocupación por contagiar a sus familiares, los conflictos con la familia de las personas contagiadas, y los cambios en las funciones laborales habituales, fueron algunos de los factores principales que afectaron la salud mental del personal.

“La pandemia aumentó el estrés, la ansiedad y la depresión de los trabajadores de la salud y dejó al descubierto que los países no han desarrollado políticas específicas para proteger su salud mental. Existe una deuda sanitaria que se debe saldar”, consideró Rubén Alvarado, académico del programa de salud mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y uno de los investigadores principales del estudio.

“Después de dos años de pandemia, muchos trabajadores siguen sin recibir el apoyo que necesitan y eso puede hacer que desarrollen diferentes trastornos mentales en los próximos años, algo para lo que tenemos que estar preparados”, advirtió Ezra Susser, de la Universidad Columbia y otro de los investigadores principales del informe.