El pleno del Congreso de la Ciudad de México aprobó las reformas al Código Penal local para tipificar los contratos, tratamientos, terapias o servicios, tareas o actividades que pretendan corregir la orientación sexual o identidad o expresión de género, llamadas Terapias de conversión o Ecosig (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género); y que atentan contra el libre desarrollo de la personalidad e identidad sexual de las personas en la ciudad.
El dictamen fue aprobado en lo general, el viernes 24 de julio de 2020, por 49 votos a favor, 9 en contra y 5 abstenciones.
Precisa además, que ninguna preferencia u orientación sexual puede tener un tratamiento como enfermedad y que el dictamen salvaguarda el derecho al libre desarrollo de la personalidad, también salvaguarda la práctica médica profesional y el acompañamiento espiritual y religioso, respetando la voluntad de la persona.
Este dictamen hace una definición de las terapias de conversión como “aquellas prácticas consistentes en sesiones psicológicas, psiquiátricas, métodos o tratamientos que tengan por objeto: modificar, obstaculizar, modificar o menoscabar la expresión o identidad de género, así como la orientación sexual de la persona”, advirtió el legislador Eduardo Santillán, presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia.
Para cualquiera de estas “terapias de conversión” que utilicen métodos violentos de manera física, moral, o psicoemocional con tratos crueles y denigrantes en contra de la dignidad humana se establece una sanción de prisión de dos a cinco años, y de 50 a 100 días de trabajo comunitario.
Este delito se perseguirá por querella (denuncia presentada ante un juez). También se hace una protección importante adicional hacia las personas menores de edad, pues ese delito se perseguirá por denuncia.
En su oportunidad, el promotor de la iniciativa el diputado Temístocles Villanueva (MORENA) reconoció que este dictamen representa una victoria para la lucha de la comunidad LGBTTTI.
“Hoy buscamos la penalización de las terapias de conversión, pues no hay nada qué curar. Llevamos más de 30 años defendiendo que no estamos enfermos, respaldados además por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)”: Temístocles Villanueva
“Estas terapias atentan contra el libre desarrollo de la personalidad, del derecho que tienen a elegir de forma libre y autónoma, sin coacción, ni controles, ni religiosos, ni moralistas”, resaltó el diputado.