De acuerdo con datos de la Comisión Unidos vs Trata, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en turismo sexual infantil, sólo superado por Tailandia; además, es catalogado como fuente de tránsito y destino de trata de personas.

Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señala que cada año se producen más de 600 millones de viajes turísticos internacionales, donde el 20 por ciento de paseantes buscan sexo.

De este total, 3 por ciento confiesa tener tendencias pedófilas, es decir, que al menos tres millones de personas van por el mundo buscando relaciones íntimas con menores de edad.

Acapulco, el principal destino para el comercio sexual

El destino turístico con mayor afluencia para el comercio sexual en México es Acapulco, donde prácticamente se puede realizar cualquier tipo de fantasía, lo que ha provocado que pederastas extranjeros, principalmente de Canadá y Estados Unidos, lo visiten, debido a que las leyes son laxas y se utiliza un enfoque de usos y costumbres para sancionar esta práctica.

Asimismo, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, cada mes 100 niños mexicanos son reclutados para prestar servicios sexuales en ciudades como Cancún, Guadalajara, Tapachula y Tijuana.

Los menores son sometidos a prostituirse con hasta 30 clientes por semana; en la mayoría de las ocasiones sus explotadores forman parte de complejas redes internacionales que utilizan internet para difundir información sobre los sitios ideales para este tipo de actividad y cómo planear el viaje.

“Se han dado casos de organizaciones de explotación de menores que se escudan detrás de fachadas aparentemente legítimas, como agencias turísticas, para realizar sus actividades”.