Ser consciente de los síntomas iniciales del cáncer de ovario puede permitir a las mujeres recibir un diagnóstico y tratamiento más temprano para salvar sus vidas.

En México ocupa el tercer lugar de cánceres ginecólogos y tiene una mortalidad del 60%, y es el responsable de más fallecimientos que cualquier otro cáncer del sistema reproductor femenino, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud.

Se estima que en México en 2018 murieron 2,765 mujeres y se registraron 4,759 nuevos casos. La prevalencia es de 19.71 por cada 12,942 mujeres, de acuerdo con Globocan 2018.

El cáncer de ovario se considera como el cáncer ginecológico más letal y la edad promedio del diagnóstico se encuentra entre los 40 y los 50 años, aunque se ha registrado un incremento considerable en mujeres menores de los 30 años.

Uno de los principales factores que contribuyen al alto índice de mortalidad, está relacionado con el diagnóstico tardío, pues el cáncer de ovario no presenta síntomas específicos, razón por la que el 70% de las pacientes con este tipo de cáncer son diagnosticadas cuando éste se ha extendido fuera de la pelvis y sus posibilidades de curación se han reducido notablemente, sumado a que no existe ninguna prueba para la detección temprana.

De acuerdo con las estadísticas del World Ovarian Cancer Day (WOCD), sólo el 45% de las mujeres con cáncer de ovario tiene probabilidades de sobrevivir cinco años, en comparación con el 89% de las mujeres con cáncer de mama, y cerca de 250 mil mujeres son diagnosticadas cada año a nivel mundial, de las cuales, 140 mil de ellas mueren.

El cáncer de ovario afecta de manera similar a mujeres en países desarrollados y en vías de desarrollo, sobre todo en personas mayores de 55 años de edad. Además, posee la tasa de supervivencia más baja de todos los cánceres ginecológicos.

Su detección en etapa temprana es difícil, las manifestaciones cuando ya está presente la enfermedad son dolor abdominal, pélvico, náuseas, deseo constante de orinar, cambios en periodos menstruales, sangrado atípico, cansancio, dolor de espalda, estreñimiento, pero, por tales síntomas, es común confundir el padecimiento con gastritis o malestares gástricos.

La prueba correcta para realizar la detección de esta afección sería un ultrasonido transvaginal.

Los posibles factores de riesgos para contraer la enfermedad son: sobrepeso, tener una edad de 40 años o más, uso de tratamientos de fertilidad, antecedentes familiares de cáncer de seno, colorrectal o de ovario y no haber tenido hijos nunca.

Redoblemos esfuerzos en la lucha contra este padecimiento, el monitoreo continúo es vital para la prematura detección y salvaguarda de la vida.

Existen organizaciones sin fines de lucro que te pueden dan asesorías gratuitas para enfrentar el problema, como la Asociación de la Salud y Bienestar Social de la Mujer y su Familia, ASBIS, quienes, como muchas otras, forman parte de la lucha contra el Cáncer de Ovario.

Infografía sobre cáncer de ovario

Infografía sobre cáncer de ovario
Infografía desarrollada entre los institutos nacionales de Cancerología (INCan) y de Salud Pública (INSP).