Los expertos dicen que tener tarjetas de crédito es como tener un automóvil: no tiene nada de malo pero si no respetas el reglamento de tránsito, no será para nada algo bueno.
Las tarjetas de crédito son importantes en emergencias reales, por ejemplo: si tienes que ir al médico de urgencia, y no tienes dinero en ese momento para pagar en efectivo o con tarjeta débito.
Es recomendable que no agotes el crédito de la tarjeta, así siempre tendrás espacio para usarla en las eventualidades.
Debes mantener el control del pago de la tarjeta de crédito porque usar mal las tarjetas de crédito puede descontrolar tus finanzas personales.
Es recomendable que no utilices la tarjeta de crédito para pagar productos o servicios que se terminan de inmediato. Por ejemplo, si pagas el súper con tarjeta de crédito y difieres el valor en 24 pagos, no es una buena decisión porque el mandado se acaba en 15 días y lo estarás pagando a lo largo de dos años.
Otras obligaciones, como los servicios públicos y la administración del edificio o conjunto residencial en el que vives, deberían estar incluidas en tu presupuesto de cada mes, por lo que no tendrías por qué pagarlas con tarjeta.
Un viaje, ropa y otros productos que duran más tiempo.
Da seguimiento e infórmate sobre las tasas de interés de las tarjetas de crédito para saber cuánto te están cobrando. En épocas en las que las tasas de interés están muy altas, lo mejor es abstenerse de comprar porque vas a pagar más del valor real.
Diferir las compras a una sola cuota puede ser una buena práctica porque, además, que las compras con tarjeta de crédito te dan millas, las puedes usar para adquirir boletos para viajar.