“La salud materno infantil es el reflejo del desarrollo de un país, de su sistema de salud, de cómo la justicia social y la equidad se ven reflejadas en la promoción de una vida sana y productiva para madres e hijos” (Banco Interamericano de Desarrollo, 2015).

La salud materno-infantil (SMI) se refiere a todos los cuidados con los que deben contar la madre y su hija o hijo durante y después del embarazo.

En México, todos sus habitantes tienen derecho a ser incluidos en el Sistema de Protección Social en Salud sin importar su condición social, así lo señala el artículo cuarto de nuestra Constitución, y los Acuerdos y Convenios Internacionales.

Derechos materno-infantiles:

  • Ser atendido sin ningún tipo de discriminación.
  • Elegir al personal de salud de tu preferencia, cuando las posibilidades de la Institución lo permitan.
  • Comunicarte de manera fácil y sencilla con el personal de la Institución sobre cualquier tema que sea de tu interés.
  • Aceptar o rechazar los procedimientos sugeridos por el personal de la Institución médica.
  • Ser atendida por otro médico si no estás de acuerdo con el diagnóstico o tratamiento propuesto.
  • Recibir un trato digno, amable y cordial de todo el personal de la Institución.
  • Que tu información clínica sea confidencial y tu identidad no se divulgue sin tu permiso, siempre y cuando no haya impedimento legal.
  • Ser atendido en sitios tranquilos, limpios y cómodos, con seguridad y privacidad.
  • Recibir o rechazar apoyo espiritual o moral.
  • Que se te respete la voluntad de participar o no en investigaciones. También a aceptar o rechazar ser atendido por personal en formación.
  • Ser informado sobre los cuidados que debes tener en el hogar después de la cirurgía.
  • Reclamar y sugerir cuando el servicio no haya sido bueno.
  • Ser informado sobre el costo de los servicios.
  • En caso de urgencia, ser atendido sin ningún condicionamiento.
  • Morir con dignidad y decidir si deseas o no donar tus órganos.