Los hombres, a diferencia de las mujeres, prefieren vivir el padecimiento mental en silencio antes que pedir ayuda por temor a parecer débiles, señaló Benjamín Guerrero López, del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Este tipo de enfermedad no hace diferencia de género, algunas son más frecuentes en ellas como el estrés y los trastornos del sueño.

En el caso de los hombres aparecen la esquizofrenia, déficit de atención, adicciones y las parafilias sexuales, como las más recurrentes.

El experto explicó que es necesario aceptar que existen problemas mentales en ambos, los cuales, nada tienen que ver con fortaleza y debilidad. Lo más grave es que no se les da la importancia requerida y se pueden complicar si no se les da un tratamiento, por ejemplo, llegar a ideas suicidas provenientes de la depresión. “Los que tienen más riesgo de suicidarse son los hombres, ellos lo consuman”, asegura el experto.

Varones viven enfermedades mentales en silencio; temen perder su “hombría”

Guerrero López comentó que los varones, “para demostrar su hombría”, se muestran fuertes y no hablan de sus sentimientos, por lo tanto, no reciben la atención adecuada y, en cambio, se refugian en el alcoholismo u otras adicciones. “La bebida siempre se ha asociado al género y es ‘bien visto’, la sociedad ha normalizado que el consumo de alcohol es parte de la masculinidad”.

Indicó que el uso de drogas y otras adicciones también son más frecuentes en ellos; además, el juego y los videojuegos están asociados a los patrones sociales impuestos, con lo cual, se mantiene oculto el problema y normalizamos acciones y actitudes.

Para el especialista es fundamental terminar con el tabú de que el hombre tiene que ser vigoroso y no se queja. Es una barrera para pedir ayuda, hay que acabar con esa barrera social, “hay que decir y aceptar lo que les está pasando”.

Agregó que hay signos de alerta como los cambios de actitud, aislamiento, falta de interés, etcétera.

“Cuando cambiamos nuestra forma de ser a lo que éramos o no cumplimos con lo que se espera de mi grupo de edad, es un indicador de que algo no anda bien”.

Debe aceptarse, prosiguió, que hombres y mujeres pueden sufrir alguna enfermedad mental y esto no es signo de debilidad, ya que en la mayoría de los casos son males transitorios, pero si no los atendemos pueden llegar a complicarse y convertirse en graves.

Nombrar los sentimientos y aceptarlos es fundamental para reconocer cuando las cosas no van bien y, sobre todo, buscar atención especializada.

La Facultad de Medicina cuenta con talleres impartidos por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental para identificar las problemáticas y herramientas para manejarlas.