Constantemente leemos o escuchamos sobre la equidad e igualdad de género.
Aunque hay quienes lo usan de forma indistinta o como sinónimos, lo cierto es que hay diferencia entre un término y otro.
De acuerdo con ONU mujeres, la igualdad de género no significa que hombres y mujeres deban ser tratados como idénticos.
Igualdad de género es “que el acceso a oportunidades y el ejercicio de los derechos no dependan del sexo de las personas”.
Es, en síntesis, tener las mismas oportunidades y mismos derechos de forma real y efectiva.
Equidad de género es, en cambio, la distribución justa de acuerdo a los intereses y necesidades de hombres y mujeres.
Es decir, “cubrir las necesidades e intereses de personas que son diferentes, en función de la idea de justicia”.
Como ves, para alcanzar la igualdad de género, es decir, los mismos derechos entre hombres y mujeres, es necesario que se ejecute el principio de equidad de género, es decir, asegurarnos que los derechos y oportunidades estén distribuidos de forma justa, de tal forma que, quienes están en desventaja, puedan alcanzar el nivel de quienes estén por encima.
La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), adoptada en 1979, tiene por objeto eliminar la discriminación contra las mujeres y asegurar la igualdad entre mujeres y hombres.