Mansplaining es un neologismo que surge de la fusión de dos palabras en inglés: “man”, que quiere decir hombre, y “explaining”, que quiere decir explicando.

Aunque no es un término que tenga una traducción exacta en español, de acuerdo con la Fundéu, lo más cercano sería “explicación patriarcal”.

El mansplaining es, pues, la explicación que un hombre da a una mujer sin tener en cuenta que ella sabe más del tema que le está explicando.

Ejemplos cotidianos del mansplaining

Cuando un hombre explica cómo se sienten y actúan las mujeres cuando están menstruando. ¿Te suena familiar?

No se sabemos con exactitud cuándo surgió el término, lo que sí conocemos, es que fue inspirado por el artículo de la escritora Rebecca Solnit “Men Explain Things to Me” (Los hombres me explican cosas).

En el, narra una anécdota sobre un varón que le preguntó sobre los libros que ella había escrito.

Al responder sobre su más reciente obra sobre Eadweard Muybridge, el hombre la interrumpió diciendo que él ya había leído el libro más importante sobre Muybridge, sin saber que ella era la autora.

El común denominador en el concepto del mansplaining, es que hay un menosprecio del hombre que habla hacia quien escucha, por el simple hecho de ser una mujer.

Hay una condescendencia hacia ella y una suposición de que el hombre es más culto en cualquier materia.

“Los efectos de este vicio contribuye a que las mujeres intervengan menos en público y se eduquen en la inseguridad y en la autoeliminación, mientras que ejercita el infundado exceso de confianza de los hombres”, indica Solnit en uno de sus ensayos.

Aunque Solnit no utiliza directamente el término, tras la publicación del artículo, se popularizó entre las feministas y fue seleccionado en la lista de palabras del 2010 del New York Times.

Fue nominado al término más creativo del mundo en 2012 por la American Dialect Society, y en 2014, se agregó al Oxford Dictionary.