La sensibilización social ante el problema de la violencia contra las mujeres es un factor determinante para su erradicación.

Analizar las propias ideas, prejuicios y mitos, puede ser de ayuda para desterrar planteamientos falsos y arraigados en la sociedad.

Tales circunstancias contribuyen a que, incluso las víctimas, se vean así mismas como culpables y atemorizadas, y ‘acepten’ ser violentadas.

A continuación te presentamos algunos de los mitos más comunes que el “Manual de Intervención con Maltratadores”, de Marisol Lila, Antonio García y María Victoria Lorenzo. Editorial Publicaciones de la Universitat de València, 2010, presenta en sus documentos de trabajo.

Y aunque algunos parecen hechos o afirmaciones demasiado evidentes, ideas absurdas, exageradas, poco congruentes o incompatibles con la realidad, el objetivo principal es aclararlos.

La idea es desbancarlos y desmentirlos, dejando de lado los prejuicios y estereotipos e ideas preconcebidas, para mostrar una realidad más objetiva resultado de estudios psicológicos, sociológicos, estadísticos y hasta legales, de quienes elaboraron el Manual, para evitar que sigan contribuyendo a que la violencia contra las mujeres se mantenga:

Mito: La mujer estaba: borracha, drogada, tenía mala reputación, vestía provocativa, le sedujo. Él le dio lo que estaba pidiendo.

Realidad: Estos hombres intentan desacreditar a la mujer a la que violan para justificar su delito. Ninguna mujer pide o se merece que la violen o agredan sexualmente.

Mito: Sólo cierto tipo de hombres abusan de sus parejas.

Realidad: No existe un tipo de abusador. La edad, constitución, raza, religión o forma de ser no son factores determinantes.

Mito: Los hombres que asaltan o abusan de sus parejas son violentos por naturaleza.

Realidad: La mayoría de los hombres que abusan de sus parejas no se muestran violentos fuera del hogar.

Mito: Ha ocurrido sólo una vez, no ocurrirá más.

Realidad: La violencia doméstica no es un incidente aislado. Normalmente forma parte de un patrón de violencia que seguramente  irá en aumento.

Mito: Los hombres que maltratan son enfermos mentales.

Realidad: No existe relación causa-efecto entre la enfermedad mental y violencia doméstica. La violencia está motivada por un deseo de controlar y mantener el poder sobre la mujer.

Mito: Si hubiera sido tan violento, ella lo habría denunciado antes.

Realidad: El 46% de las mujeres no denuncian la violencia que sufren por miedo a represalias, y una gran mayoría porque piensan que no van a ser creídas o tomadas en serio, o no saben salir de la situación dado su estado emocional.

Mito: Todos los hombres que maltratan han sido maltratados en la infancia.

Realidad: De acuerdo con la OMS, una cuarta parte de todos los adultos manifiestan haber sufrido maltratos físicos de niños, y 1 de cada 5 mujeres, y 1 de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia, lo que evidencia que la gran mayoría de hombres y mujeres abusados en la infancia optan por no abusar en la edad adulta. Además de que el perfil del abusador es heterogéneo y multifactorial.

Mito: La violencia hacia las mujeres está provocada por el alcohol.

Realidad: Un gran número de hombres violentos atacan cuando están sobrios. El alcohol es una excusa más que usan los hombres violentos para justificar sus acciones y no hacerse responsables de ellas.

Mito: Algo habrá hecho ella.

Realidad: No hay excusa para justificar la violencia.

Mito: Los hombres también son agredidos por sus parejas.

Realidad: Los archivos policiales muestran que el 99% de la violencia en la pareja la realiza el hombre hacia la mujer.

Mito: Cuando una mujer dice no, en realidad quiere decir sí.

Realidad: Muchos hombres creen que las mujeres dicen no cuando desearían decir que sí. Pero un hombre nunca tiene derecho a ir en contra de los deseos de la mujer o de mantener relaciones sexuales sin su consentimiento. Cuando una mujer dice no, o no explicita su consentimiento, significa no.

Mito: La violación ocurre a manos de extraños.

Realidad: El 83% de las mujeres son violadas por alguien a quien conocen y en quien confían. El 20% son amigos/novios y el 33% esposos. El resto son conocidos.

Mito: Una vez que un hombre está excitado, no puede hacer nada por controlar su necesidad sexual.

Realidad: No hay excusa para justificar la violación.