Debido a la necesidad de describir un fenómeno social que no existía, en el 2012, el diccionario australiano Macquaire desarrolló una campaña alrededor del mundo dedicada a familiarizar a la población con la palabra phubbing (Pathak, 2013).

Combinación de las palabras phone (teléfono) y snubbing (hacer un desprecio), este término hace referencia al hecho de, en una reunión social, ignorar a otra persona por estar prestando atención al celular.

Este comportamiento, ciertamente nocivo en cualquier interacción social, se está convirtiendo en algo común.

Varoth Chotpitayasunondh y Karen Douglas (2016), han investigado recientemente las causas psicológicas y las consecuencias de este comportamiento.

Estos autores descubrieron que, como se podía predecir de forma intuitiva, una de las causas que nos lleva a ignorar deliberadamente a la persona con la que estamos es la adicción al teléfono móvil.

Entre los factores que predicen la adicción al teléfono móvil, y por tanto el phubbing, se encuentra la adicción a Internet y su uso desmesurado, que guarda mucha relación con otras adicciones no químicas como la ludopatía.

Las estadísticas del phubbing

El porcentaje de habitantes de nuestro planeta que es usuario de un teléfono móvil es del 51%, es decir, 3.790 millones de personas. Este porcentaje de usuarios de smartphone asciende, por ejemplo, en España hasta un 80% de la población adulta.

En cuanto al uso social del teléfono, un 42% accede a redes como Facebook, WhatsApp Twitter o Instagram de manera habitual con el objeto de relacionarse con otros. A la luz de estos datos (Fernández, 2016), podemos suponer que la forma de relacionarnos los unos con los otros se encuentra en un proceso de cambio constante.