La Ley Federal del Trabajo prohíbe despedir o forzar a una trabajadora directa o indirectamente para que renuncie por estar embarazada.

Estar embarazada no es una enfermedad, ni un delito, ni un pretexto para despedir a una mujer, ni para descontarle dinero, y mucho menos, asignarle un puesto de trabajo inferior.

Por el contrario, la Ley la ampara y en su condición, y no debe ser separada de su empleo.

Cómo te protege la Ley por estar embarazada

En el artículo 170 de la Ley Federal del Trabajo se mencionan los derechos que gozan todas las mujeres embarazadas.

Los patrones están obligados a proporcionar a las mujeres embarazadas la protección más amplia para un sano desarrollo durante esta etapa, ya que de no ser así, se atentaría contra sus derechos humanos.

Sin embargo, en el caso de que se presentara este tipo de situación, lo primero es identificar plenamente a la persona que pretende despedir a la trabajadora, con la finalidad de hacerlo del conocimiento de su superior jerárquico.

En caso de que éste fuera directamente el patrón, estaríamos ante un acto discriminatorio.

El cual, se debe denunciar y alegar discriminación sexual o un despido improcedente.

Y si tuvieras que ir a juicio, le correspondería a tu jefe demostrar que tu despido no tiene nada que ver con tu embarazo.

En caso de que tus derechos no se respeten, y la empresa sea privada puedes ponerte en contacto con la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET), al Tel. 01 800 911 7877.

En caso de ser una institución pública, puedes contactar a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, al teléfono 01 800 715-2000, http://www.cndh.org.mx/