Cada año, la hipertensión acaba con la vida de 7.5 millones de personas en todo el mundo, cifra que corresponde al 13% del total de defunciones totales. Por ello, una de las metas de la OMS, para las enfermedades no transmisibles, como lo es la hipertensión, es reducir la prevalencia de este padecimiento en un 25 por ciento.

En el continente americano, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que esta enfermedad afecta entre el 20 y 40% de la población adulta de la región, es decir, alrededor de 250 millones de personas.

En la región, cada año mueren 1.6 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, de las cuales, alrededor de medio millón son personas menores de 70 años, por lo que la OPS lleva a cabo la iniciativa HEARTS en América para abordar el problema.

Este año las actividades que se realizarán en mil 380 establecimientos de salud de 22 países, incluido México, tienen como lema: ¡Mida su presión arterial con precisión, contrólela y viva más tiempo!

Datos de México sobre la hipertensión

En México, según datos de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020 (ENSANUT), la hipertensión tiene una prevalencia de 49.4% en la población, de los cuales 44% son mujeres y 55.3% hombres, con una tendencia en personas mayores de 60 años.

Por su parte, Sergio Alberto Mendoza Álvarez, académico del posgrado de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, explica que esta enfermedad juega un papel importante como factor de riesgo cardiovascular, junto con la diabetes, la obesidad, el tabaquismo, la renal crónica, entre otras.

El estudio “Epidemiología de la hipertensión arterial en adultos mexicanos: diagnóstico, control y tendencias”, coincide que, durante 2018 en México, el 49.2 por ciento de la población con vulnerabilidad socioeconómica tenía hipertensión arterial y sólo 47.1 por ciento fue diagnosticada.

Este padecimiento, refiere el estudio, es el que más contribuye a la morbilidad y mortalidad en el mundo: para 2019 se estimó que había 828 millones de personas con este padecimiento, causante de 10.8 millones de muertes al año.

En nuestro país, del total de personas con hipertensión, 70% desconoce su diagnóstico y de la población que sabe que tiene la padece, solo 54.9% está controlado y bajo tratamiento médico.

¿Qué es la hipertensión?

Este padecimiento también se conoce como tensión o presión arterial alta. Es una enfermedad crónica que genera el aumento de la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias, impidiendo que esta fluya correctamente.

¿Ya te mediste la presión arterial? Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión

Las arterias que son vasos sanguíneos fungen como canales, por los cuales circula la sangre en todo el organismo. Cuanta más sangre bombee el corazón, más se eleva la probabilidad de que estos vasos se vayan endureciendo y volviéndose más estrechos, causando una presión arterial aún más elevada, provocando la reducción del flujo de sangre y oxígeno que llega al cerebro.

Esta enfermedad puede ser causada por problemas de sobrepeso, obesidad o niveles elevados de glucosa, colesterol, triglicéridos o ácido úrico.

La presión arterial se mide a través de dos valores: la presión sistólica, que corresponde al momento en que el corazón se contrae o late. El segundo valor es la presión diastólica que representa la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro.

La hipertensión ocurre cuando la presión arterial es mayor de lo que debería ser: 120/80 mmHg. En este padecimiento, la presión sistólica se ubica por arriba o igual a 140 mmHg y la diastólica mayor o igual a 90 mmH.

Mendoza Álvarez detalla que para tomarse la presión de manera adecuada el paciente debe estar preferentemente sentado, con la espalda erguida y el brazo a la altura del corazón; medirla en ambos brazos.

Síntomas

La hipertensión puede pasar inadvertida debido a que sus síntomas no son reconocibles, hasta que se padece una enfermedad asociada, por lo que es muy importante medir la presión arterial periódicamente y prestar atención a la recurrencia de los siguientes malestares:

  • Dolor de cabeza intenso
  • Mareo, náuseas o vómito
  • Zumbido de oídos
  • Sensación de ver lucecitas
  • Visión borrosa
  • Dolor en el pecho y/o lumbar
  • Tobillos hinchados
  • Hemorragias nasales
  • Medidas de Prevención

Es importante reconocer los factores de riesgo, como son: la falta de actividad física, alimentos con elevado contenido de sal, grasas y azúcares, el uso nocivo de alcohol, tabaco y el sobrepeso. Estos factores son modificables, es decir, si la persona deja de practicarlos, la posibilidad de que desarrolle hipertensión disminuye.

Sin embargo, existen otros elementos de riesgo que son inevitables en algunos casos, como los antecedentes familiares de hipertensión, la edad superior a los 65 años y la presentación de otras enfermedades, como diabetes o nefropatías.

También, es importante reducir y controlar el estrés y controlar el peso corporal, así como el consumir frutas y verduras, legumbres, pan y otros cereales.

Es importante recordar que, llevar una alimentación balanceada, practicar ejercicio diariamente y estar en el peso adecuado, ayudará a prevenir y/o reducir los daños y malestares de esta enfermedad.

Si presentas uno de los síntomas mencionados anteriormente, acude a tu centro de salud más cercano para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado.

Afortunadamente, la hipertensión se puede detectar fácilmente y existe tratamiento para controlarla. Sin embargo, de no ser atendida puede generar consecuencias crónicas y de gravedad, afectando varios órganos de manera significativa como: cúmulos de colesterol en las arterias, trombosis, cardiopatías, encefalopatías, ritmo cardiaco irregular, accidentes cerebrovasculares y daños renales.

Esta enfermedad también puede aumentar seis veces más la probabilidad de padecer un infarto cerebral.

Con la aparición de la pandemia de COVID-19, las personas diagnosticadas con hipertensión, sobre todo los mayores de 60 años fueron más vulnerables de contagiarse y morir a causa del virus SARS-CoV-2.