Marta Clara Ferreyra Beltrán, colaboradora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM y directora General de Política Nacional de Igualdad y Derechos de las Mujeres de INMUJERES, considera que reconocer, reducir y redistribuir la carga de trabajo de las mujeres en el hogar, pueden ser las tres principales líneas de acción para mejorar su vida.

Durante la plática “Cuidados y una nueva ética para una nueva era”, la investigadora presentó los resultados de una encuesta que aplicó a cinco mil mujeres de todo el país, quienes coincidieron en que los tres problemas que urge atender en el país son: acabar con la violencia de género, tener trabajo formal con prestaciones de ley y un contrato, y el tema de los cuidados.

La también profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales destacó que diversos estudios realizados por el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) revelaron que una cantidad importante de madres llevan a sus hijos al trabajo, o bien, las abuelas cuidan de los nietos en apoyo a sus hijas.

De tal manera que, reasignar los cuidados en los hogares producirá una relación diferente con las personas atendidas, con los miembros de la casa y habrá mayor conciencia en los varones adultos y los niños, para que sean también responsables.

Esta política, señala Ferreyra Beltrán, va a producir caminos de pacificación en los hogares y en las comunidades.

Un objetivo, precisó, es que, al disminuir las tensiones cotidianas relacionadas con la sobrecarga de actividades en mujeres y niñas en el hogar, se pueda reconocer que han realizado este trabajo desde siempre.

Hay quienes sufren violencia desde que se levantan hasta que se van a dormir: en el transporte público, en la calle, el trabajo, en el hogar.

Lo anterior afecta sus posibilidades de laborar y no pueden salir porque no tienen quién se ocupe de sus niños o sus personas dependientes, agregó Ferreyra Beltrán.

Dijo que se requiere crear un modelo, un sistema de cuidados, pensar la realidad con estos tres elementos (reconocer, reducir y redistribuir el trabajo en el hogar).

Además de que se reduzca la violencia de género, también se considere a aquellos grupos al margen, mujeres, niñas, personas enfermas, adultos mayores, los colectivos LGBT, las identidades diversas, a quienes no están en el centro heteronormativo.

La especialista en temas de igualdad y erradicación de la discriminación informó que INMUJERES elabora un mapa federal para identificar las necesidades y saber cuál es la oferta de servicios públicos; de esta manera, conocer a detalle la brecha que existe entre ambas.