Los estereotipos de género son aquellas ideas arraigadas en la sociedad relacionadas con cuál es o cuál debería ser el rol de hombres y mujeres.

Asimismo, tienen la función de imponer un ideal de género y desaprobar todo lo que se salga de ese guion.

Son un conjunto de creencias preestablecidas y rígidas que censuran comportamientos y desencadenan reacciones emocionales como culpa o autocastigo.

Algunos de los estereotipos que atribuidos al sexo masculino son: agresivo, asertivo, auto confiado, aventurero, dominante, emprendedor.

Fuerte, hábil, independiente, lógico, racional, realista, robusto, seguro, severo, formal, experto en sexualidad, deseo sexual incontrolable.

Y los estereotipos atribuidos al sexo femenino son: atractiva, complaciente, coqueta, débil, dependiente, sumisa, voluble, pasiva, frágil, maternal, romántica.

Dócil, emocional, encantadora, llorona, sensible, sentimental.

La familia es considerada el primer agente socializador para la vida de un menor

Por lo tanto, será en la familia donde se deben iniciar los cambios sobre los estereotipos de género.

A su vez, también están determinados por los medios de comunicación, el lenguaje y su entorno, al igual que en el ámbito educativo.

Conceptos internacionales

Por su parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), define al estereotipo de género, como la opinión o prejuicio generalizado.

Acerca de atributos o características que hombres y mujeres poseen o deberían poseer o de las funciones sociales que ambos desempeñan o deberían desempeñar.

Un estereotipo de género, de acuerdo con el ACNUDH, es nocivo cuando limita la capacidad de hombres y mujeres para desarrollar sus facultades personaleS.

Así como la de realizar una carrera profesional y tomar decisiones acerca de sus vidas y sus proyectos vitales.

La utilización de los estereotipos de género, finalmente, es dañina cuando genera violaciones de los derechos y las libertades fundamentales.

Un ejemplo de lo anterior, es la falta de penalización de la violación marital, basada en el concepto social de que la mujer es la propiedad sexual del hombre.