Primero que nada, debes saber que eres víctima de un delito que se llama “trata de personas”.

Ocurre cuando una persona se beneficia económicamente del trabajo sexual que obligan a hacer a una mujer, una niña, un niño o cualquier persona, sin importar su sexo ni su edad.

Además, el delincuente exige una parte, o todo el dinero que le pagan a la víctima por tener relaciones sexuales con o sin su consentimiento.

Segundo, aunque tú lo creas o tú sientas o te digan, no estás cometiendo un delito.

No eres culpable de nada, es más, tienes derecho a que la policía te proteja, te cuide y vele por tu vida, así como cualquier otra autoridad.

Eres y haz sido víctima de las personas que te engañaron y te obligan a tener relaciones sexuales.

Sólo él o ellos son los únicos culpables del delito de trata.

Quiénes pueden cometer trata de personas

La persona que te explota sexualmente, puede ser alguien de tu familia, algún conocido de tu barrio o colonia, un amigo o amiga.

Incluso, el esposo con el que te casaste engañada, o un desconocido que te secuestró, o alguien a quien le pagaste para que te llevara de un país a otro.

Aunque sea difícil, debes aceptar que eres una víctima de trata, y que no debes tener pena o vergüenza porque “te lo advirtieron”,

Recuerda que fuiste engañada, abusaron de ti y cometen un delito contigo.

No importa si eres de un país desconocido, o de otra ciudad o estado, ni de que además, hayas sido víctima de racismo, clasismo, de maltrato, o de ser excluida por ser mujer, o has visto que los migrantes son discriminados.

Lo más importante es que reconozcas tu situación de víctima de trata, para que reacciones y busques la ayuda adecuada, porque tu vida está en peligro.

Puedes y tienes derecho a llamar o acudir a la policía. No tengas miedo. Hay muchos otros lugares a donde puedes acudir.

Puedes acudir a la policía o a cualquiera de los Cuerpos de Seguridad del Estado; puedes ir directamente a un Juzgado o al Ministerio Público.

Además, si lo prefieres puedes llamar o acudir a una asociación.

Otras formas del delito de trata de personas

Finalmente y aunque la explotación sexual o prostitución forzada o prostitución ajena, son una de las formas más visibles y conocidas del delito de trata de personas, la esclavitud, condición de servidumbre, explotación laboral, trabajos forzados, mendicidad forzada, uso de menores de edad para actividades ilícitas, adopción ilegal de una persona menor de edad, matrimonios forzados o serviles, tráfico de órganos o tejidos de seres humanos vivos y experimentación biomédica ilícita en seres humanos, también forman parte de los diferentes tipos de explotación del delito de trata de personas.

Este delito, se persigue y se condena principalmente por lo establecido en la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, así como en los Códigos Penales federal y locales.

Si una persona cercana a usted es engañada por los tratantes, probablemente no lo sabe.

Los delincuentes son expertos en engañar, manipular, seducir o presionar a sus víctimas para “cegarlas” de la esclavitud en que viven o que les espera.

¿Dónde denunciar la trata de personas?

Para ayudar a poner fin a este delito que suma otros como el secuestro, extorsión, violación y en muchos casos el homicidio, y si tiene duda de si alguien está ejerciendo el trabajo sexual de manera forzada, o si hay menores de edad en un lugar donde se ejerce el trabajo sexual o algún ilícito, usted debe llamar al 01 800 5533 000 y hacer una denuncia anónima.

En México, además existe la Línea Nacional contra la Trata de Personas.