Un estudio del FMI confirmó que las madres cargaron con gran parte del enorme impacto económico de la pandemia por Covid-19, dijo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en un blog del organismo sobre temas económicos de América Latina.

La directora gerente señaló que si bien los efectos de la pandemia sobre los trabajadores han sido desiguales según la región, la nueva realidad ha supuesto una lucha para muchas madres.

Las más afectadas fueron las madres sin estudios universitarios y las madres de color, quienes perdieron su trabajo y su reincorporación al mercado laboral sigue un ritmo mucho más lento que el de otros grupos de trabajadores.

El cierre de colegios y guarderías obligó a muchas de ellas a dejar su trabajo o a reducir su jornada laboral.

Las estimaciones del FMI confirman  que este hecho ha tenido consecuencias muy importantes para las madres trabajadoras y el conjunto de la economía.

En pocas palabras, en el ámbito laboral, las mujeres con niños pequeños han sido una de las principales víctimas del cese de la actividad económica, asegurá Georgieva.

El estudio de economistas del FMI, que analizó las experiencias de madres en Estados Unidos, Gran Bretaña y España, mostró que de todos los trabajadores de Estados Unidos, las mujeres se vieron más afectadas que los hombres, mientras que en Gran Bretaña fue al revés y en España hombres y mujeres padecieron en forma similar.

“Pese a esas diferencias, los tres países tuvieron algo en común: las madres de hijos pequeños fueron desproporcionadamente afectadas por los cierres de actividades y medidas de contención”, dijo Georgieva.

El estudio mostró por qué es “crucial” dar ayuda adicional a las madres, y eso incluye priorizar la reapertura de escuelas y darles apoyo en dinero para las necesidades inmediatas y adiestrarse para nuevos empleos luego que algunos trabajos desaparecieron, se requieren medidas focalizadas que faciliten su vuelta al trabajo, dijo.

Apoyo financiero: Es fundamental ayudar a las madres que han perdido su trabajo y luchan por sobrevivir y mantener a sus familias. Esto puede hacerse a través de medidas como créditos tributarios a los hogares de bajo ingreso con niños, prórrogas de la prestación de desempleo y ayudas para el cuidado de los hijos.

Guarderías y colegios: Asimismo, los gobiernos deben incluir la reapertura de los colegios en las listas de vacunación prioritaria. La disponibilidad de guarderías es fundamental para que las madres puedan participar en el mercado laboral. Los gobiernos deben dar prioridad a la reapertura de colegios y servicios de guardería, y reducir la probabilidad de que los colegios vuelvan a cerrar en el futuro. Para ello, deberán invertir en infraestructura y procedimientos, con el fin de asegurar una reapertura segura y sostenible de los colegios.

Políticas de redistribución: Las madres, así como las mujeres en general, tienen mayor probabilidad de ocupar puestos de trabajo que requieren la interacción presencial. La COVID-19 ha destruido un gran número de estos empleos, y muchos de ellos no volverán. Por tanto, los gobiernos deben ayudar a los trabajadores a buscar otros empleos, minimizando a la vez la pérdida de capital humano, mediante bonificaciones a la contratación y programas de capacitación, también en tecnología.

Acceso al financiamiento: Ampliar el acceso a servicios financieros sería una muy buena forma de ayudar a las mujeres a montar o mantener un negocio. En este sentido, es esencial sacar todo el provecho posible de las tecnologías financieras para alcanzar una mayor inclusión financiera, en especial en los países en desarrollo. El acceso igualitario a la infraestructura digital, como por ejemplo el acceso a cobertura móvil y de Internet —así como una mayor cultura financiera y digital—, puede marcar un antes y un después para las mujeres.

Durante la pandemia, las madres han sido fundamentales: se han ocupado de los hijos y han asumido muchos de los costos asociados a las medidas de contención introducidas para detener la expansión del virus.

Las recomendaciones esbozadas anteriormente son incluso más imperiosas teniendo en cuenta que la economía mundial sigue lidiando para recuperarse de la pandemia.

Para que esta recuperación sea completa, la economía mundial debe reintegrar plenamente a las mujeres en la fuerza laboral, finaliza Kristalina Georgieva.