Sororidad, es la palabra cada vez más usada para referirse a la unión de las mujeres en un contexto de opresión y desigualdad.

El 21 de diciembre de 2018, la Real Academia de la Lengua Española (RAE) lo incorporó como término.

La RAE lo define como “agrupación que se forma por la amistad y reciprocidad entre mujeres que comparten el mismo ideal y trabajan por alcanzar un mismo objetivo”.

Etimológicamente, el término se deriva del latin: “soror”, que significa hermana, mientras que “frater” significa hermano.

Así, sororidad es la solidaridad entre mujeres, como fraternidad es la solidaridad entre los hombres.

Aunque fue utilizada por primera vez en 1921 por el escritor Miguel de Unamuno, quien quiso encontrar un término similar a “fraternidad” pero para referirse a las mujeres, hoy en día el término tiene un significado político y reivindicativo.

Así, la sororidad busca empujar cambios sociales para lograr la igualdad en una sociedad donde siguen imponiéndose las estructuras patriarcales.

Por ello, en muchas páginas y redes sociales alusivas al feminismo, en campañas y en medios de comunicación escucharás con frecuencia la sororidad

Sororidad es un término que está relacionado con las cuestiones de género y busca erradicar el machismo.

Otras definiciones

De acuerdo con la escritora y periodista peruana Gabriela Wiener en una entrevista con BBC Mundo, la sororidad “es la amistad entre mujeres que ni siquiera son amigas”

“Es una hermandad como la de las monjas, pero no de las que se casan con Dios sino consigo mismas y con sus hermanas”, explicó Wiener.

De manera general, sororidad alude a la solidaridad entre mujeres, algo que para algunas personas no siempre es fácil de entender.

“A las mujeres no nos educaron con los valores de la amistad sino más bien para competir entre nosotras. Por eso, ahora tenemos que andar explicando qué es la sororidad”, tuiteó en febrerode 2018 la guionista y youtuber argentina Malena Pichot.

De manera similar piensa la antropóloga mexicana Marcela Lagarde, quien ha sido pionera en el uso del término en América Latina.

“La cosa no es ‘cómo nos queremos’; la clave está en que nos respetemos, algo difícil porque no estamos educadas en el respeto a las mujeres”, escribió Lagarde un artículo del portal “Mujeres en red”.