El Comité Permanente Interinstitucional (IASC) de Naciones Unidas informó en un comunicado, que algunos programas urgentes en Afganistán se han suspendido temporalmente, después de que los talibanes prohibieran a las mujeres trabajar en organizaciones no gubernamentales (ONG).
“Prohibir que las mujeres hagan trabajo humanitario en Afganistán tiene consecuencias inmediatas que amenazan la vida de todos los afganos”, se señala en el comunicado que coordina el trabajo de las distintas agencias de la ONU para la asistencia humanitaria, instando a los talibanes a revocar la prohibición.
“Impedir la labor humanitaria de las mujeres es negarles de manera grave su humanidad. Sólo provocará más sufrimiento para todos los afganos, especialmente mujeres y niños”.
“Nos esforzaremos por continuar con las actividades críticas para salvar vidas a menos que se impidan… Pero prevemos que muchas actividades deberán detenerse ya que no podemos brindar asistencia humanitaria basada en principios sin trabajadoras humanitarias”, se indicó.
Y es que las mujeres son “clave en todos los aspectos de la respuesta humanitaria en Afganistán”, de la que dependen 28 millones de personas en el país, continúa la nota, ya que pueden acceder “a poblaciones a las que sus compañeros masculinos no pueden llegar”, por lo que su participación en los programas de ayuda “no es negociable y debe continuar”.
La declaración, firmada por los jefes ejecutivos de las principales organizaciones humanitarias de la ONU, incluido el jefe de ayuda de emergencia, Martin Griffiths, y el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que algunos “programas en los que el tiempo es crítico” ya han tenido que detenerse “debido a la falta de personal femenino”.
La situación humanitaria en Afganistán se considera precaria. Desde que los talibanes regresaron al poder en 2021, en medio de la retirada de las tropas internacionales, la economía se ha derrumbado.
Las Naciones Unidas y sus socios, incluidas ONG nacionales e internacionales, están ayudando actualmente a más de 28 millones de afganos que dependen de la ayuda humanitaria para su supervivencia, según cifras de la ONU, de una población estimada total de 37 millones.
Los talibanes han restringido enormemente los derechos de las mujeres desde que asumieron el poder en agosto de 2021.
Las niñas y las mujeres han sido excluidas en gran medida de la vida pública y a muchas no se les ha permitido regresar a sus trabajos.
Más recientemente, el régimen prohibió a las mujeres asistir a la universidad. Los ministros de Relaciones Exteriores de 12 países, incluidos Estados Unidos, Francia y Alemania, así como el Alto Representante de la Unión Europea, se unieron al Consejo de Seguridad de la ONU para condenar la prohibición de que las mujeres trabajen en ONG y pidieron su revocación.
Desde que los talibanes prohibieran trabajar a las mujeres en ONG y organismos internacionales, varias ONG como Save the Children, CARE, el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) y el Comité Internacional de Rescate (IRC) suspendieron sus programas en Afganistán.
Mientras, otras muchas organizaciones permanecen indecisas a la espera de que el Organismo Coordinador de Agencias para la Ayuda Afgana (ACBAR), formado por un centenar de organizaciones afganas y 83 internacionales, tome una decisión.
Con información de Agencias (EFE, DPA, Europa Press, Euronews)